Haberse puesto a su nivel, querida. Me explico: los niños pequeños tienen la extraordinaria capacidad de obviar las preguntas que no les interesan respondiendo lo que les sale del mismo. A modo de ejemplo le escribo la conversación que tuvieron la semana pasada mi santo y el niño de los vecinos (3 años y medio) que acaba de tener una hermanita.
Santo: Hola, Pablo! ¿Qué tal la hermanita? ¿Te gusta? Niño: Mi madre me ha puesto una camiseta larga para que no tenga frío. Santo: Ya... esto... muy bien me parece... ¿Y la hermanita qué tal? ¿Te gusta? Niño: Mi madre me ha puesto una camiseta larga para que no tenga frío. Santo: Emmm... sí... me lo has dicho ya... está muy bien... ¿Y la hermanita qué tal? Niño: Mi madre me ha puesto una camiseta larga para que no tenga frío.
Yo diría que me puse bastante a su nivel, y sin querer, además... La niña es lista como un rayo, como una tormenta entera, y preguntaba por puro espíritu científico.
Creo sinceramente en que los padres deberían estimular menos intelectualmente a sus niños, que luego mira lo que pasa. Rápido, vengan esos videojuegos, plantadlos delante de la tele.
Tranquila, esos niños luego se estampan contra la vida. La venganza lleva su tiempo, yo era así de preguntón y ahora, como soy un inutil, me las están devolviendo todas juntas. La gente con la que fui impertinente de niño me encuentra por la calle y me devuelve las preguntas... "¿Y porqué tu hermana tiene un coche doce veces más grande que el tuyo?" por ejemplo. (Patan)
Por si quedara alguna duda, a) esto son ficciones, me lo invento todo, b) la niña es un encanto, la quiero sin parar y, sin ánimo de ponerme amenazante, al primero que se meta con ella le doy, c) qué bien, qué bien, ya estamos todos en la casa nueva.
16 comentarios:
Dios, yo, ¡ni eso!
La respuesta más evidente, con fruncimiento de cejas incluido, era: "Sirvo para comerme niñas pequeñas".
menos da una pieeeeedraaaaaaaaaa
uf...
mi niña pequeña interna (que me comí hace tiempo) me lo pregunta muchísimo.
Haberse puesto a su nivel, querida. Me explico: los niños pequeños tienen la extraordinaria capacidad de obviar las preguntas que no les interesan respondiendo lo que les sale del mismo. A modo de ejemplo le escribo la conversación que tuvieron la semana pasada mi santo y el niño de los vecinos (3 años y medio) que acaba de tener una hermanita.
Santo: Hola, Pablo! ¿Qué tal la hermanita? ¿Te gusta?
Niño: Mi madre me ha puesto una camiseta larga para que no tenga frío.
Santo: Ya... esto... muy bien me parece... ¿Y la hermanita qué tal? ¿Te gusta?
Niño: Mi madre me ha puesto una camiseta larga para que no tenga frío.
Santo: Emmm... sí... me lo has dicho ya... está muy bien... ¿Y la hermanita qué tal?
Niño: Mi madre me ha puesto una camiseta larga para que no tenga frío.
Y así hasta el infinito y más allá.
Yo diría que me puse bastante a su nivel, y sin querer, además... La niña es lista como un rayo, como una tormenta entera, y preguntaba por puro espíritu científico.
Creo sinceramente en que los padres deberían estimular menos intelectualmente a sus niños, que luego mira lo que pasa. Rápido, vengan esos videojuegos, plantadlos delante de la tele.
Lo peor es la intención de la pregunta. Me da que quiere utilizarte.
Tranquila, esos niños luego se estampan contra la vida. La venganza lleva su tiempo, yo era así de preguntón y ahora, como soy un inutil, me las están devolviendo todas juntas. La gente con la que fui impertinente de niño me encuentra por la calle y me devuelve las preguntas... "¿Y porqué tu hermana tiene un coche doce veces más grande que el tuyo?" por ejemplo.
(Patan)
Por si quedara alguna duda,
a) esto son ficciones, me lo invento todo,
b) la niña es un encanto, la quiero sin parar y, sin ánimo de ponerme amenazante, al primero que se meta con ella le doy,
c) qué bien, qué bien, ya estamos todos en la casa nueva.
(bueno, casi todos)
A ver, a ver, ¿qué nos das si nos metemos con ella? Que lo mismo merece la pena y todo.
Mi madre me ha puesto una camiseta larga para que no tenga frío.
Sábado pasado. De los hombritos que tengo en casa, el pequeño:
-Mamá, ¿por qué siempre estás enfadada?
Vamos llegando... je,je,je
Lupe he llegado. Y a esa niña habría que comérsela a besos.
Shëkure
Publicar un comentario