Niña: Mamá.
Madre: Dime.
Niña: ¿Tú te acuerdas de cuando me dijiste que a mí me habías recogido debajo de un puente?
Madre: Sí.
Niña: Es que hoy me dijo Carmencita que eso no puede ser, porque todos los hermanos nos parecemos mucho.
Madre: Porque los recogí a los cuatro debajo del mismo puente.
Niña: Ah.
[silencio]
Niña: Y mira...
Madre: ¿Qué?
Niña: ¿Cómo sabías tú que había un niño debajo del puente?
Madre: No lo sabía. Yo pasaba por allí camino del trabajo y me lo encontraba y lo traía a casa.
Niña: ¿Y sigues pasando?
Madre: No. Cuando ya llevaba cuatro niños me cansé.
Niña (más tranquila): Ah. Y entonces, ¿ahora vas al trabajo por otro camino?
Madre: No, no, después de tu hermano el chico fui y le puse una carga de dinamita al puente, ¿sabes?
Niña: Ah. Claro. ¿Me das la merienda?
Madre: Dime.
Niña: ¿Tú te acuerdas de cuando me dijiste que a mí me habías recogido debajo de un puente?
Madre: Sí.
Niña: Es que hoy me dijo Carmencita que eso no puede ser, porque todos los hermanos nos parecemos mucho.
Madre: Porque los recogí a los cuatro debajo del mismo puente.
Niña: Ah.
[silencio]
Niña: Y mira...
Madre: ¿Qué?
Niña: ¿Cómo sabías tú que había un niño debajo del puente?
Madre: No lo sabía. Yo pasaba por allí camino del trabajo y me lo encontraba y lo traía a casa.
Niña: ¿Y sigues pasando?
Madre: No. Cuando ya llevaba cuatro niños me cansé.
Niña (más tranquila): Ah. Y entonces, ¿ahora vas al trabajo por otro camino?
Madre: No, no, después de tu hermano el chico fui y le puse una carga de dinamita al puente, ¿sabes?
Niña: Ah. Claro. ¿Me das la merienda?