27 de agosto de 2011

Arquitectura civil

Niña: Mamá.
Madre: Dime.
Niña: ¿Tú te acuerdas de cuando me dijiste que a mí me habías recogido debajo de un puente?
Madre: Sí.
Niña: Es que hoy me dijo Carmencita que eso no puede ser, porque todos los hermanos nos parecemos mucho.
Madre: Porque los recogí a los cuatro debajo del mismo puente.
Niña: Ah.
[silencio]
Niña: Y mira...
Madre: ¿Qué?
Niña: ¿Cómo sabías tú que había un niño debajo del puente?
Madre: No lo sabía. Yo pasaba por allí camino del trabajo y me lo encontraba y lo traía a casa.
Niña: ¿Y sigues pasando?
Madre: No. Cuando ya llevaba cuatro niños me cansé.
Niña (más tranquila): Ah. Y entonces, ¿ahora vas al trabajo por otro camino?
Madre: No, no, después de tu hermano el chico fui y le puse una carga de dinamita al puente, ¿sabes?
Niña: Ah. Claro. ¿Me das la merienda?

6 comentarios:

Pétalo dijo...

Jajajaja, genial.

Josemaria dijo...

Debió de ser, lo menos, el puente de San Francisco: con esas alturas bajo otro no caben...

aire dijo...

Cuánta crueldad. Dejar a los pobres niños sin un puente donde abandonarlos.

Reina del Mango dijo...

Me encanta tu madre :-)

desparramando dijo...

y lo mas seguro que ya evitas todos los puentes sobretodo si los vez con intenciones de alojar niños debajo verdad??? jajaja

La Lupe dijo...

Parecía que no, pero sí.

Pétalo, ay, gracias.

Josemari, te costará trabajo creerme, pero cuando nacimos éramos bastante chicos, ¿sabes? Más o menos del tamaño que tienes tú ahora.

Aire, de pobres niños, nada: tendrías que ver lo destructivos que eran mis hermanos de pequeños. Yo, en cambio, era una flor de virtud y nunca hubo que amarrarme ni nada.

Reina, y a mí... Aunque ahora que lo pienso me tiene prohibido escribir sobre ella. En realidad es una madre imaginaria. Totalmente.

Desparramando, verás, donde yo vivo hay muchos puentes, y no puedo ni ir al mercado sin cruzar al menos uno... Pero no me importaría encontrarme un niño o dos y llevármelos a casa así, espontáneamente.