28 de junio de 2011

Por favor

Oigan. El viernes es mi cumpleaños. No, no pienso decirles cuántos cumplo. Muchos. Lo que vengo a pedirles con profundo sentimiento es que, por favor, alguien me felicite antes que la Autoescuela Carmelo.
Yo no sé conducir. Bueno, no sé circular. Si la cosa fuera sencillamente mover el coche en el vacío, o en el desierto, o en una de esas carreteras que salen en las películas de zombis, se me daría mejor. Pero es sentarme al volante, ajustar los espejos y hacerme espantosamente consciente de que hay un montón de peatones, motoristas, camioneros, niños, ciclistas, perros, policías, semáforos, señales, rayas pintadas en el suelo, seres que tocan la pita, ponen indicadores y/o descargan cajas de donuts, chóferes de guagua que me dan paso... todos ahí, todos a la vez. Y no puedo fijarme en tantas cosas al mismo tiempo. Me pongo frenética. Sé que en un segundo se me va a ir el coche de las manos y voy a aplastar a alguien, sea peatón, motorista, camionero, niño, ciclista o perro. O policía. O a todos. Mil quinientos kilos de metal y plástico y cristales y ruido y fuego.
No puedo, no puedo.
Suspendí el examen de conducir seis veces seguidas. No, perdón, siete. La última vez un chico que había aprobado y que olía misteriosamente a anís me aconsejó que me quitara los nervios con un buen pelotazo de Marie Brizard. No funcionó. Todo el mundo me dice siempre que me tengo que sacar el carné, y nunca me lo saco. "Venga, que tú puedes, si es muy fácil, si eso lo hace cualquiera". Bah. Ya ni sé cuántas veces me matriculé en cuántas autoescuelas distintas ni cuánto dinero me gasté del modo más idiota.
Y cada año la primera felicitación que recibo es de la Autoescuela Carmelo, que me manda un sms cariñosísimo a las ocho de la mañana. El mensaje sólo dice "AUTOESCUELA CARMELO LE DESEA UN CUMPLEAÑOS MUY FELIZ", así en mayúsculas, pero yo leo "qué pasa, mujer absurda, otro año más sin carné, qué fracaso, de verdad, vergüenza debía darte". Así que si no les importa, díganme felicidades antes que ellos, y así me puedo poner digna. "Vale, Carmelo, sigo sin carné, pero este año no eres el primero, tío siniestro; ah, y mira, que sepas que el marketing personalizado es contraproducente".

20 de junio de 2011

Método

Esta semana la Reina del Mango está de viaje, y yo me quedo en su casa, cuidando a su perra, que es una perra-abuela. Además de acompañarla, darle de comer y llevarla de paseo, aprovecho para leerme los libros y los tebeos de la Reina (que tiene muchos), para hacer excursiones por la Recova y las cafeterías de La Laguna y para descubrir un método nuevo para adelgazar. Que es bastante eficaz. Y que por la presente comparto con usted, oh, paciente lector.
a) Abra la nevera de casa de su amiga y tráguese impulsiva e irremediablemente media caja de barquillos con chocolate negro y avellana Choc D'or (marca Hacendado). Si lo está haciendo medio bien, debería sonar a "scrunch-scrompf-ah".
b) Vaya al Mercadona y, con la mejor de las intenciones (es decir, reponer el fondo de despensa de su amiga), compre cuatro cajas de los mencionados barquillos. Llegue a casa y cómase tres sin parar ni para respirar.
c) Aborrezca para siempre los barquillos, el chocolate y las avellanas. Mire la caja restante con asco supremo.
d) Aliméntese de fruta, verdura, yogur y café durante tres días, coincidiendo con una ola de calor sahariano.
e) Hártese de repente de la coliflor y los calabacinos y vaya a investigar si hay algo interesante en el congelador de su amiga. Encuentre medio bote de helado de fresas con nata (marca Haagen-Dasz). No mire la fecha de caducidad y trágueselo impulsiva e irremediablemente.
f) Piense que le haría falta el otro medio bote para empezar a aborrecer los helados. Laméntese de su falta de previsión. Entonces mire la fecha de caducidad y diga "ay, ay".
g) No se muera. No coma nada durante el día siguiente. Beba mucha agua. Total, le viene bien para la ola de calor.

2 de junio de 2011

¡Eh!

Ustedes perdonen. Pero es que mañana por la tarde doy una especie de charla en la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, en la carpa institucional (suena como a pescado parlamentario, ¿verdad?): decía, en la carpa institucional, en el parque García Sanabria, el viernes 3 de junio a las 19.00 horas. Y seré breve, y si vinieran estaría muy bien, y si ya tienen "Vida tinta", pues les echo una firma (y además les pongo un sello maravilloso de una lagarta que me regalaron), y si no lo tienen, los conduzco amorosamente a puntapiés hasta el puesto más cercano... Miren que fui a la distribuidora y todo, y utilicé el afamado método Piolín para asegurarme el suministro de libros... Y hay...
Bueno, eso, que si están en Santa Cruz me encantaría verles.

P.S. Pinito viene.