[La Lupe vuelve del parque con Pinito. El señor muy serio de dos metros está en el sofá]Señor muy serio de dos metros: ¿Qué tal hoy?
La Lupe: Bueno, no ha habido muertos ni heridos de consideración.
Señor: Ah, vamos mejorando. Muy bien, Pinito
[y acaricia a la perra, que salta y da lametones desaforados].
La Lupe: Pero se escapó, se metió entre los bambúes y se puso a comerse las hojas, y tardé bastante en cogerla. Me gustaría tener una conversación con el que diseñó ese parque, ¿sabes? Porque se le fue la mano con las espesuras.
Señor [hablándole a Pinito]: El día que te hagamos un estudio genético, Animaligna, vamos a descubrir que eres medio oso panda también.
La Lupe: Medio oso panda y medio Houdini. La voy a matar.
Señor [repentinamente concentrado en algo que dan en la tele, sin escuchar nada]: Estupendo.
La Lupe: Pero primero, le voy a dar de comer.
Señor: Muy bien.
La Lupe: Que no sé con qué amenizarle el pienso, porque el confit de pato y el foie se acabaron ayer, y cigalas tampoco nos quedan.
Señor: Claro.
La Lupe: Aunque jamón ibérico sí tenemos, ¿no?
Señor: Sí.
La Lupe: Bueno, pues le pongo jamón, un gazpacho de guisantes tiernos y luego un arroz negro, ¿te parece?
Señor: Lo que tú digas, vida mía.
La Lupe: Y de postre... bueno, no, que hay queso de Garafía, y luego con el café y un poco de chocolate va que se mata. Y el pienso nos lo comemos nosotros, que es muy sano, muy equilibrado.
Señor: Ajá.
La Lupe: Me encanta la tele. Cómo contribuye a la paz del hogar. Pinito, ven, que te voy a dar la comida, anda.