12 de septiembre de 2009

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[La Lupe vuelve del parque con Pinito. El señor muy serio de dos metros está en el sofá]
Señor muy serio de dos metros: ¿Qué tal hoy?
La Lupe: Bueno, no ha habido muertos ni heridos de consideración.
Señor: Ah, vamos mejorando. Muy bien, Pinito [y acaricia a la perra, que salta y da lametones desaforados].
La Lupe: Pero se escapó, se metió entre los bambúes y se puso a comerse las hojas, y tardé bastante en cogerla. Me gustaría tener una conversación con el que diseñó ese parque, ¿sabes? Porque se le fue la mano con las espesuras.
Señor [hablándole a Pinito]: El día que te hagamos un estudio genético, Animaligna, vamos a descubrir que eres medio oso panda también.
La Lupe: Medio oso panda y medio Houdini. La voy a matar.
Señor
[repentinamente concentrado en algo que dan en la tele, sin escuchar nada]: Estupendo.
La Lupe: Pero primero, le voy a dar de comer.
Señor: Muy bien.
La Lupe:
Que no sé con qué amenizarle el pienso, porque el confit de pato y el foie se acabaron ayer, y cigalas tampoco nos quedan.
Señor: Claro.
La Lupe: Aunque jamón ibérico sí tenemos, ¿no?
Señor: Sí.
La Lupe: Bueno, pues le pongo jamón, un gazpacho de guisantes tiernos y luego un arroz negro, ¿te parece?
Señor: Lo que tú digas, vida mía.
La Lupe: Y de postre... bueno, no, que hay queso de Garafía, y luego con el café y un poco de chocolate va que se mata. Y el pienso nos lo comemos nosotros, que es muy sano, muy equilibrado.
Señor: Ajá.
La Lupe: Me encanta la tele. Cómo contribuye a la paz del hogar. Pinito, ven, que te voy a dar la comida, anda.

12 comentarios:

aire dijo...

Bueno, no va mal si sólo pasa cuando está la tele, jajaja.

si, bwana dijo...

Es normal que un hombre sea incapaz de hacer dos cosas al mismo tiempo; esa habilidad es exclusiva de las mujeres. Así que el señor que estaba viendo la tele contestaba con el subconsciente. Lo veo totalmente natural.

Cuinpar dijo...

(A una muchacha veterinaria que yo sé le encantará oir que todo eso que dices aquí de la comida de la Pini es completamente cierto, y nada de coña. Y que el señor alto no se inmuta no porque esté concentrado en la tele, sino porque eso que cuentas es lo que se acostumbra en esa casa)

Ginebra dijo...

Em... ¿puedo irme a comer con Pinito?

la de Dibujo dijo...

Por lo menos el señor alto es capaz de contestarte, que mi mozuelo tirillas tarda entre 45 y 60 segundos en reaccionar y preguntar "¿ein? ¿era a mí?", cosa que da que pensar teniendo en cuenta que vivimos solos.

Arantza dijo...

Yo no me quejaría. Lo digo porque el señor muy serio ése ha alcanzado un cierto grado de sofisticación comunicativa del que no son capaces todos los miembros de su sexo (¿o todos los sexos que tienen miembro? ay, que me lío). Monsieur M., por ejemplo, no termina de dominar la función fática del lenguaje, y ni siquiera dice "Claro", ni asiente "Mmmh" cuando le hablo, a veces no se digna ni a emitir un sonido. Y luego se asusta cuando grito -"¡Feedback! ¡Las mujeres necesitamos feedback, leche!" (¿O soy sólo yo la que lo necesita?)

laveterinaria dijo...

pero lo que deje en el cacharro se lo quitas, sí?

aire dijo...

¡Ah! ¿Pero el cacharro no se lo come?

Reina del Mango dijo...

Feedback y perrito que nos ladre, necesitamos, porque los hombres no nos hacen ni caso.

Don Peperomio dijo...

Ah, la tele. Madre, amiga y amante perfecta.

La Lupe dijo...

Lo primero: que dice el señor muy serio que no se reconoce en absoluto en esto que he escrito. Cosa bastante lógica, porque él no existe y yo no escribo más que ficciones.

Aire, sí... pero la tele es una presencia tan constante, ¿no? Si me dijeras "sólo cuando enciendes la vaporetta", pase...

Sí, bwana, esa teoría suya no estoy segura de compartirla al 100%. He visto hombres que sacan al perro a la vez que escuchan el fútbol en la radio. Ah, y respiran. Ya son tres cosas.

Cuinpar, y dale. La Pini come pienso. Nosotros comemos comida normal de gente proletaria. Mi veterinaria favorita lo sabe. Y tú y yo ya arreglaremos lo que tengamos que arreglar privadamente. Bruja.

Gin, te ibas a desilusionar mucho. Pero ven con nosotros, ven, que hemos encontrado unos sitios muy ricos últimamente, sobre todo si te gusta el arroz. Y el pescado.

Pipa, eso es que está pensando así, hondamente, sobre los confines del universo, vamos, si existen o no, o sobre Kafka y la relación tan complicada que tenía con su señor padre, y cuando tú le hablas le cuesta pasar de lo abstracto a lo concreto. Digo yo que será eso.

Arantza, aquí el señor muy alto es muy hábil, y tiene una gama de asentimientos tan amplia y adaptable a las circunstancias que a veces me parece incluso sarcástica. Y, oye, una curiosidad, ¿cómo se dice "leches" en francés-de-Montreal?

Veterinaria, es todo mentira, Pinito es un prodigio de buena educación en todos los sentidos.
Ya, ya dejo de llorar, ya.

Aire, no, porque es de acero inoxidable y se lo quito de delante después de cada comida.

Reina, a veces demasiado caso, a veces demasiado poco caso... nunca en su justa medida. Voto porque se generalice el uso del casómetro.

Ay, Martin, sí, y además no hay que contestarle cuando te habla, ni decirle que sí que está más flaca ni nada...

Arantza dijo...

Uf, lo de las interjecciones a medio camino entre la franca palabrota y la exclamación infantil es muy variado: "câline", o "tabarnouche" o "ciboulette", entre otras. Monsieur M. tiene más estilo y prefiere utilizar las exclamaciones del capitán Haddock, de Tintin.