29 de febrero de 2012

Pollos

Señor alto: ¿Al final pudiste encontrar pollo-de-corral-ecológico?

La Lupe: Sí. Carísimo. Y amarillo. Buena señal, ¿no? A no ser que los tiñan, a los pobres.

Señor alto: Creo que les ponen colorante en el pienso. Que, por cierto, es de millo transgénico.

La Lupe: Es un asco todo. Deberíamos criar los pollos nosotros.

Señor alto: ¿En el cuarto de la tele?

La Lupe: En la azotea. Los podemos tener arriba, hacerles unas casetas, alimentarlos bien; los dejamos que anden sueltos y se entretengan, que tomen el sol...

Señor alto: Les ponemos televisión de pago...

La Lupe: No, en serio. Y los fines de semana los sacamos al monte.

Señor alto: Cómo, los fines de semana. No los puedes tener encerrados tantos días.

La Lupe: En nuestra azotea no estarían encerrados, y no quiero entrar en detalles sobre la vida que llevan en las granjas, los animalitos...

Señor alto [sin hacer ni caso]: No, mira, tú los sacas con la Pini, a media mañana, a que tomen el aire y hagan amistades, y luego yo por la noche los llevo a todos a la plaza, a jugar a la pelota. Luego, los miércoles, a la piscina, y...

La Lupe: No. De todos modos, ninguno de los dos íbamos a ser capaces de matarlos...

Señor alto [escandalizado]: ¿Matar a mis pollos futbolistas?

La Lupe: Ya me imagino la casa llena de pollos de todos los tamaños, en la mesa del despacho, en la alfombrilla de la ducha...

Señor alto: Durmiendo en la alcoba con nosotros.

La Lupe: Viniendo a recibirnos a la puerta.

Señor alto: Cantando al amanecer.

La Lupe: El guano, las denuncias de Sanidad, la Pini con la boca llena de plumas, el desahucio...

Señor alto: Nada, nada, está claro, nos hacemos vegetarianos.

9 comentarios:

Cuinpar dijo...

Nosotros teníamos tres gallinas en ese Toscal, que me las traje yo de casa de mi madre en el Fred Olsen, Y bien buenos que estaban los huevos. Cuando se hicieron viejitas y no ponían más las llevamos a un campo de unos jipis que las cuidaron. Fin.

La Rubia dijo...

Yo como Inspectora sanitaria municipal, no te lo aconsejo

javi dijo...

En Santa Cruz están prohibidos los animales de granja desde los años sesenta, que me lo contó mi papa.

Lego y Pulgón dijo...

Yo tengo muy mala experiencia con los Jipis Que Cuidan Animalitos De Edad. Yo no tenía una granja en África... pero tenía un conejito gris que se llamaba "Ambassador" (una, que bautiza a lo grande). Se comía los cables de las lámparas, y a mis padres eso no les parecía comportamiento adecuado, así que me dijeron que tenía que buscarle un nuevo hogar. Mis padres (producto de Mayo del 68) tenían muchos amigos Jipis. Así que deposité en sus manos a mi mascota. En la siguiente visitas de los melenudos asquerosos grifientos, les contaron a mis padres cómo habían preparado el conejo, y el espectacular resultado culinario. Desde entonces, soy reaccionaria y llevo el pelo al uno. Asi que ¡¡¡NO CONFÍEN EN MELENUDOS!!!

Reina del Mango dijo...

Pues yo tengo una familia de pollos ilegales viviendo en mi huerta, gallo y sus tres gallinas. Que se me colaron ellos, oiga (por si nos está leyendo la señora inspectora). Y te los cedo encantada, que ya no duermo un sábado hasta más allá de las 8 de la madrugada, auf.

Anónimo dijo...

Me encanta tu blog.Hace mucho tiempo que lo sigo. Lo encontré por casualidad, como pasa todo en la vida, en un enlace de "Sirope de alce" y desde entonces me "parto" con tus reflexiones.
Sigue haciéndonoslo pasar bien, que hace falta.
Un saludo desde El Hierro.
Esther

La Lupe dijo...

Cuinpar, lo del campo suena sospechoso. En mi casa, allá por los setenta y muchos, había un conejo llamado Pedro Meón que un día se fue al campo, a una finca, y no se supo más.

Vale, Rubia, pero ibas a hacer unos informes preciosos. "Como quiera que la propietaria del gallinero irregular oponía resistencia y se negaba a obedecer la ordenanza municipal..."

Javi, transgredir la ley es emocionante y mola. Creo recordar.

Lego y Pulgón, tú perdona, pero después de "mala experiencia" dejé de leer, porque me dan sentimiento las desgracias. Cuando me refuerce los interiores vuelvo y me entero de la historia completa, que la intuición me dice que termina en salmorejo.

Ah, Reina, ya yo conozco a esos pollos okupas que siempre están a punto de morir cuando Juno les recuerda de quién es la huerta. No tienen un aire muy apetitoso.

Ay, gracias, Esther. Me hace mucha ilusión que te partas con mi absoluta irreflexión. Le tendré que dar las gracias a Arantza, como por tantas otras cosas.

Blanca Villa dijo...

¡Que me gusta leerte, flor! Entrando en polémica: no aconsejo la crianza de pollos en azotea. Ni urbana ni jipi. Yo tuve unos, de color azul -sí, azul- y luego se hicieron enormes, blancurrio-amarilentos, cagones y desgarbadotes. Mejor, la lechuga, que aunque Cuinpar diga "que es comida de pibas", es muuucho más limpita y no decepcionan cuando crecen. Ha dicho. :)

Blanca Villa dijo...

(estoy con Lego. Malditos melenudos... ¬¬ Apostillo por lo bajo y cobardemente)