17 de enero de 2009

Café

Operadora: Entonces, señora Pérez, ¿quiere usted pedir nuestras exclusivas cápsulas de café de intenso aroma y gran calidad a razón de 33 céntimos cada cápsula?

Yo: Sí.

Operadora [con sonsonete]: ¿Sabe que la compra mínima es de 50 cápsulas y que se las llevamos a su domicilio en un plazo de 48 horas?

Yo: Sí.

Operadora: Bien; pues antes de nada necesito su nombre completo, su NIF, su dirección, sea la de su casa, la de su empresa o las dos, el modelo de cafetera que tiene, el número de serie de la cafetera, su teléfono fijo, su teléfono móvil, el número de miembros de su familia, su consumo medio de café...

Yo: ¿Y una muestra de ADN no?

Operadora: No.

Yo: Usted es de la CIA, ¿verdad?

Operadora: ¿Cómo?

Yo: Que esto es para venderme café, no para darme un niño en adopción... ¿Para qué quiere tantos datos?

Operadora: Para nuestros ficheros.

Yo: Sus ficheros.

Operadora: Sí.

Yo: Pero yo no quiero estar en sus ficheros.

Operadora: ¿Y entonces cómo le enviamos las cápsulas?

Yo: Una cosa es que tengan mi nombre y mi dirección, y otra que sepan cuántas habitaciones tiene mi casa, lo que pago de hipoteca...

Operadora: Espere un momento que lo consulto.

Yo: Bueno.

[Lalalá, lalalá, lalalá...]

Operadora: Señora Pérez.

Yo: Sí.

Operadora: Me dicen que todo esto es completamente rutinario, y que es parte de su proceso de inscripción en el Mágico Club del Café.

Yo: Ya.

Operadora [odiándome]: Permítame hacerle una oferta.

Yo [desconfiada]: Ah.

Operadora: Una oferta de bienvenida. Una muestra de todas nuestras variedades de cápsulas, en una decorativa caja de ébano, por sólo 107 euros...

Yo [interrumpiéndola] : Déjelo, déjelo.

Operadora: ¿Entonces? ¿Qué desea que hagamos con las cápsulas y su inscripción en el Mágico Club del Café?

Yo: Pues mire, me lo voy a pensar, y un día que me levante cariñosa y comunicativa la vuelvo a llamar y le cuento mi vida entera, ¿le parece?


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Menos mal que no me gusta el café, pero menos me gusta hablar con tales personas que más parecen artilugios. Viva el agua fresca del naciente.
Encantada de estrenar éste.
Casi lo veo entrar

AnA Pg dijo...

qué tal

La Lupe dijo...

Pero y qué rápida, ella...

(Miren, anónimos, déjenme alguna pista de quiénes son, que con tanto misterio se me llevan los demonios)

Anónimo dijo...

Vale:
Oro parece
Plata No (atención ahí, María) Plata No es...

¿Otra pista?

La Lupe dijo...

(nada, que no aprendo, y mira que llevo años ya)

Ginebra dijo...

Yo me la sé: ¡¡¡el plátano!!!
Bueno, al menos el café estará rico ¿no?

Anónimo dijo...

Estaba buscando una cafetera de esas monodosis y me echaba para atrás tener que pedir las supercápsulas por teléfono o internet, pero después de leer esto creo que voy a seguir con el té verde&menta.

La Lupe dijo...

Pues esto son ficciones, pero vamos...

Anónimo dijo...

Ay, Eider, el té verde&menta también lo venden en capsulillas. Busca, Eider, busca.

Canal cocina: Café de verduras deshidratadas con atún
(es como hacer un café en una cafetera italiana, pero en vez de café pones verduras y atún -- Moderno)


Ahm, y minipunto para Ginebra.

Arantza dijo...

Yo renunciaría a mi vida privada si me mandaran a George Clooney con las cápsulas, pero sólo por un paquete de pirindolitos llenos de café malo... Eso me recuerda que monsieur M. tuvo la mala idea de encargar una peli a Columbia Film House, y para poder darnos de baja nos ha costado 60 dólares canadienses, 45 llamadas telefónicas y las subsiguientes conversaciones surrealistas -y rayando los malos modos- con operadoras en Delhi (ambas en malísimo inglés), unos cuantos comentarios groseros y muchos correos electrónicos indignados (en inglés, francés, tamul y euskera, por si acaso). Si estás pensando en apuntarte al club de cinéfilos, NO LO HAGAS. Ah. Ya me siento mejor.

Anónimo dijo...

PUES ME LO TENDRÉ QUE PENSAR, DIGO LO DE COMPRAR LA MAQUINITA ESA DE CAPSULITAS, QUE AYER PRECISAMENTE ESTUVE BUSCANDO PARA EL CUMPLE DE PACO... QUÉ HAGO???¿¿¿???