14 de julio de 2009

Basado en pirados reales

[Pinito y la Lupe pasean por el centro de Santa Cruz. No se hablan. Pinito está ofendida porque la Lupe la cepilló por la violencia para quitarle unas espiguillas que se le habían pegado a las cejas, a los bigotes y al tupé después de la excursión del domingo. La Lupe está de malas no sólo porque Pinito se haya resistido bastante al cepillado y le haya dejado los brazos llenos de moretones, sino porque la afición de la perra a la decoración de interiores está yendo demasiado lejos: ahora dedica sus ratos libres a abrir un agujero en la pared de la entrada. Con los dientes. Y qué querrá poner ahí, se pregunta la Lupe, una vasija de cobre batido, una figurita, qué. En ese punto, una señora mayor cargada de bolsas rojas, de esas de las rebajas del cortinglés, mira a Pinito, frena en seco y asalta a la Lupe en medio de la acera]

Señora: Mira, perdona, ¿la perra de dónde es?

La Lupe [a la defensiva]: Cómo de dónde... De aquí. Es mía.

Señora: ¿Pero la compraste, te la regalaron?

La Lupe [arruga la frente y piensa “la pedí por catálogo, colección Perros Satos Otoño/Invierno 2008-2009”]: No, la recogí de la calle.

Señora: ¡Ajá! ¿De qué calle?

La Lupe: Del Parque Santa Catalina.

Señora: ¿Eso dónde es?

La Lupe: ¿Pero usted es de la policía o qué?

Señora: No, es que yo tengo una amiga que era la dueña de esa perra, y la regaló, y luego se arrepintió y la quiere recuperar. Una depresión tan grande que se cogió, la pobre...

La Lupe: No, ésta no es. Ésta es mía desde chiquitita.

Señora [gritando]: Sí es. Es la de mi amiga, la misma.

La Lupe [en voz baja pero peligrosa]: No es. Y mire, no haberla regalado.

Señora: Sí es, que yorkshires de Alaska blancos y negros de pelo duro hay muy pocos.

La Lupe: ¿Cómo?

Señora: Marroncitos sí hay, pero como ésta no. Son muy raros. Cayetana, Cayetana, ven, ven aquí conmigo.

[Pinito pasa]

La Lupe [muy digna]: Señora, que se equivoca usted. Adiós.

Señora [siguiéndola calle arriba]: ¿No te da pena, mi amiga llorando en su casa y tú aquí disfrutando de la vida?

La Lupe: No. Esta perra es mía. Y no es un yorkshire de Alaska ni nada. Es un chucho. Y se come las paredes. Además, yo no disfruto de la vida. Déjeme, déjeme quieta, de verdad.

Señora: El Señor te va a castigar.

La Lupe: Ya me tiene castigada ya.

Señora: Dame tu teléfono. Dime dónde vives.

La Lupe: Pinito, ataca.

[Pinito pasa]

Señora: Voy a llamar a un guardia.

La Lupe: Estupendo. Tengo los papeles de la perra perfectamente en regla. Acaba de pasar la revisión de los diezmil.

Señora [buscando el móvil en el bolso]: Al cerounodós voy a llamar.

La Lupe: Pues les cuenta la misma historia que a mí, que seguro que les encanta. Adiós.

Señora: ¿Oiga? Sí... Que aquí hay una mujer que tiene una perra que era de una amiga mía... Que la regaló... Pero que ahora la quiere otra vez... Y no se la quiere devolver... Y se va, y no hay guardias a la vista...

La Lupe [lejos ya]: Pinito, ¿tú te quieres llamar Cayetana y vivir en una casa con muchas paredes nuevas? ¿Eh?

[Pinito pasa]


11 comentarios:

Patán dijo...

Valió la pena esperar.

Lego y Pulgón dijo...

Cayetana es un nombre chungo. Yo preferiría llamarme Pinito.

si, bwana dijo...

¡Vaya peñazo de señora! Menos mal que Pinito tiene que terminar la decoración y no hizo caso.
Los perros satos son muy listos.

Ginebra dijo...

¿Cayetana? ¿Quién coño le pone Cayetana a un bicho, hombrepordió?

Reina del Mango dijo...

La ignorancia es atrevida. Está muy claro que Pinito es un dogo chileno, en su versión miniatura, enrazado con pastor miniatura de las antípodas, de pelo corto y duro. Cualquier pirado sabe eso. Llámala Marilyn, llámala, pa' que tú veas como acude con los ojos bañados de lágrimas.

Gabriel Ramírez dijo...

Bien, pero el asunto que me deja intranquilo es el del agujero de la pared. ¿Querrá Pinito escapar para ir con su antigua dueña? ¿Está pasota Pinito porque ya nada le importa salvo su libertad? ¿Qué llevaba la mujer en las bolsas rojas? ¿Lupe sabes más de lo que cuenta? Qué nervios, por Dios.

Palabra clave: Misterio

Anónimo dijo...

Igual le puedes hacer una cirugía estética a la perra para que no la reconozca su antigua dueña. Pero con cuidado, que si se pasan con el bisturí te devuelven a María Antonia Iglesias: mismo tamaño que Pinito, pero infinitamente más fea.

MaríA de La-U dijo...

Esa se va luego a gritar con la plataforma del Gran Tenerife...

aire dijo...

Pues siendo de Alaska sí que se va a llevar bien con el oso grizzly.

Laura Escuela dijo...

ay, siempre te digo lo mismo, pero lo mejor que me ha pasado desde que entré aquí por primera vez es adquirir este seguro de risa gratuito por el resto de los días (de los días que sigas escribiendo, claro)

besos

La Lupe dijo...

Ja.

Patán, pero qué agradecido eres. Y qué paciente. Cuando vengas te invito a desayunar en La Imperial.

Lego-y-Pulgón, estoy totalmente de acuerdo contigo. Cayetana no le pega nada a la Pini, que es una perra más bien proletaria.

Sí, bwana, cuando Pinito termine la decoración damos una fiesta y/o hacemos un reportaje en el Hola. "Pinito nos muestra el imponente recibidor de su casa en Santa Cruz". Fotos a todo color.

Gin, la gente es inexplicable. Hay criaturas que se llaman Gurriato, no te digo más. Y el otro día conocí a un perro que se respondía al nombre de Yanomami.

Reina, eres muy lista. Hice la prueba y descubrí que Pinito viene la llame yo como la llame. Debe ser el cálido embrujo de mi voz. Eso o que está acostumbrada a oírse llamar "mardito futurrié", "monstruo asesino" y cosas peores.

Gabriel, Pinito no se quiere escapar. Quiere ampliar la entrada y añadir objetos hermosos que llamen la atención de las visitas. Y yo la voy a matar y la voy a poner en escabeche. Aprovecho la ocasión: si alguien tiene una receta buena, que me la pase.

Anónimo, Pinito es mía y sólo mía, y si alguien la reconoce y se la quiere llevar es que está mal de la vista y del cerebro a partes iguales. Me sale carísima ya, tal y como es: no pienso meterle el más mínimo bisturí al animalito.

Superlau, tú tranquila, que no se nos olvida de dónde venimos. Nada de plataformas.

Aire, conociendo a Pinito me temo que acabaría formando equipo con el oso. Pero no sé si quedó suficientemente claro: ni un mamífero más en esta casa, que la Pini ya me da tormento suficiente. Esta semana ha decidido que la hora de levantarse son las seis y cuarto y mi nivel de agresividad ha ascendido en un 300%.

Laura, muchísimas gracias, de verdad. Me hace mucha ilusión que te rías.