Un día en el recreo mi amiga Samantha y yo nos encontramos un lagarto muerto, y conseguimos no chillar para que no vinieran las monjas, y lo escondimos debajo de unas piedras, y a la hora del almuerzo robamos un cuchillo del comedor para hacerle la autopsia. Que no hubo manera, porque tenía la barriga blindada. Al final se lo comieron las hormigas. El pobre.
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8 comentarios:
Todo lagarto fallecido en circunstancias sospechosas debería tener derecho a una autopsia justa.
Cuando se despertó, el lagarto seguía allí. El Señor.
Ahora entiendo su afición a "Dexter".
¡Qué repelús más estupendo! Ganas, sí o sí.
Ganas con cualquiera de los tuyos, Mery. Supongo que en tu época escolar no se llevarían aún los cubiertos de plástico desechables. Con eso no se corta ni un flamenquín ultracongelado. ¿No vienes a ver al abuelo? Miss you!!!
¡Ay!
(la palabra de verificación es sessi. Blogger es lagarterano también)
Esto me recuerda a que ayer por la mañana no paré de encontrarme animalitos muertos por la calle desde gatos, cucarachas, pajaritos recién nacidos, reptiles,... pobresss. Por la noche escuché en un programa que no se deben tirar chicles al suelo porque a los pajaritos les atrae el sabor dulce y lo pican y se les pega el pico o en el pico y muchos mueren... no sé si será cierto pero también justo ayer al mediodía tiré un chicle a una papelera, justo antes de entrar en casa, y no acerté y me dio pereza volverlo a tirar y alrededor de mi casa hay muchos pajaritos a lo Hitchcock pero más agradables. Moraleja: más vale que se agachen siempre, salvo que sea para seccionar animalitos.
He vuelto. Morenita y todo.
Aire, tienes más razón que un millón de santas. Pero la nuestra fue una autopsia chapucera y tentativa.
Señor, pobre lagarto, pobre Monterroso.
Madame, la curiosidad científica la traigo de fábrica. Las ansias asesinas me salieron más tarde.
Blanca, gracias por la fe, pero no creo... No se me dan bien los concursos. Los exámenes, en cambio, sí.
Aracne, eran cuchillos de esos de metal, pesados como el demonio, pero que no cortaban nada, ni la piel de una manzana. Imagínate un lagarto acorazado.
A. Cantó, sí, Blogger es extremadamente pro-reptiles. Así nos va.
Raquel, ay, dicho así parece que vivieras en los umbrales del infierno...
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