4 de abril de 2009

Estampa

Sábado, las ocho de la mañana. La avenida. Un señor camina envuelto en un mantel blanco y rojo, bordado de cafeteras antiguas. Falta un pelo para que el viento lo levante y se lo lleve para La Habana, pero él, como si nada. Una señora de chándal celeste lo mira, se para y me dice "ay, qué pena, con lo bien que me iría a mí esa mantelería para la cocina, cuando que a él le sienta fatal".

18 comentarios:

Cuinpar (modo catguoman on) dijo...

Yo prefiero el mantel envolviendo a un pirado que va por la calle buscando perros que acariciar que el mantel en la mesa de una señora con pelo teñido, y rizos falsos, y voz de vieja loca de barrio.
El mantel también lo prefiere, que me lo dijo a mí.

aire dijo...

Que viva la mesa sin mantel.

Anónimo dijo...

Qué hace nadie a las ocho de la mañana despierto?

Nadie dijo...

Montar en bici, andar, correr, sacar al perro, barrer la calle, dar manguerazos a las terrazas de los bares, envolverse en un mantel y dar una vuelta...

Arantza dijo...

¿Es un chiflado que camina por la avenida a las ocho de la mañana? ¿Es un señor envuelto en un mantel blanco y rojo? ¡No! ¡Es supermán!!!!

Gabriel Ramírez dijo...

!!Así que me vieron pasear por la avenida¡¡ Pues yo pensaba que iba más chulo que un pichi.

G.

Palabras clave: incognito interruptus.

Ginebra dijo...

Jamía, pues habérselo cambiado por otra cosilla, que seguro que a él le daba igual.

La-U dijo...

Es que la envidia es muy mala... ya le gustaría a la señora soltarse los pelos al viento por la avenida, con el mantel, sin chándal ni nada...

La Lupe dijo...

Pues...

Cuinpar/Catguoman, yo también. El pirado, tú, yo, el mantel... Somos mayoría.

Ay, Aire, eso, la madera al viento.

Anónimo, esa pregunta me lleva a odiarte bastante.

Nadie, tú vives en mi barrio, ¿a que sí?

Arantza, me acordé mucho de tu misteriosa colección de mantelerías finas, ¿sabes?

Gabriel, yo te hacía más alto; pero te sentaba regio, el mantel.

Ginebra, qué va, si vieras con qué ansia se aferraba a las cafeteras bordadas...

La-U, un mantel así, a la saharaui, favorece grandemente, sobre todo con tacones y pulseras en los tobillos.

Anomino dijo...

Me surgen muchas preguntas. Que cara tenía el hombre, estaba triste o contento? Tenía la vista perdida o sabía bien adonde iba? Que llevaba debajo? Calzones con lamparones o un impecable traje blanco y zapatos de charol?
Estaba limpio el mantel? o tenía manchas, de café, de sangre, de espaguetis-boloñesa...
Hacía frío? Se conoce que iguales manteles cubren las mesas de algun bar cercano? Iba en línea recta o haciendo eses (Ss)?

La Lupe dijo...

Anomino, no se le veía la cara. De las rodillas para arriba era puro mantel. Y era un mantel enorme, limpio y bien planchado. Caminaba raro, con esfuerzo, porque hacía muchísimo viento. Pero se veía que era un señor.
¿Así?

Anónimo dijo...

dónde anda usted?
envuelta en algún mantel, de penitencia?

Otro Martin dijo...

María,

en la Casa del Libro de Gran Vía en Madrid ya no quedan ejemplares de Vida Tinta, lo digo porque me he llevado esta tarde el último :)

La Lupe dijo...

Ay, Anónimo, ando metida en un par de líos, pero saldré y volveré pronto.

Otro Martin, muchas gracias, y digo yo, ¿te hace otro fin de semana con Pinito, así, en plan bonus track? Ahora está aprendiendo a cantar.

Otro Martin dijo...

Pues mira mejor: el jueves volamos a Lanzarote a una celebración familiar. Ya si eso que se venga Pinito y nos cante algo :)

beguito dijo...

Por Málaga tampoco quedaban ejemplares en un par de librerías que fui, tuve que pedirlos por internet finalmente... Ah, yo a Pinito no, gracias, por si acaso me lo ofreces...

La Lupe dijo...

Pena que justo ahora yo esté fuera de la isla, Otro Martin, que si no, vamos, no te salvabas ni rezándole a San José bendito. Mi Pinito interpreta el Nessun dorma con un sentimiento, una precisión expresiva...

Beguito, eres un encanto. Y si voluntariamente renuncias a la Pini, allá tú...

En las dos librerías de Santa Cruz de Tenerife a las que fui yo en estos días tampoco lo tenían.

María dijo...

Jua, jua... No sé quién estaba peor el señor regalo o la señora todo lo que veo lo quiero. Jua, jua